La creciente fama de Worldcoin ha provocado que cerca del 1% de los habitantes de España se formen en fila para someterse a un escaneo de iris.
En medio de una enorme oleada de popularidad, los ciudadanos españoles están inscribiéndose en Worldcoin, el controvertido proyecto concebido por Sam Altman (cofundador de ChatGPT), el cual emplea el escaneo del iris para establecer y autenticar una “identidad digital”.
En menos de un año, casi 400.000 usuarios españoles (aproximadamente el 1% de la población) se han sumado al proyecto con la esperanza de obtener criptomonedas. Esto implica proporcionar sus datos personales y unirse a la red de Worldcoin. Según la empresa, el propósito es “verificar la humanidad” a través de un Orb, un dispositivo físico que escanea los ojos, para “asignar una identidad única mediante biometría”.
Según informes de los medios locales, el interés de los ciudadanos españoles en el proyecto ha aumentado considerablemente desde enero de 2024, cuando Worldcoin intensificó su presencia en varias ciudades de España. El equipo de la empresa ha establecido más de 30 puntos estratégicos en centros comerciales y estaciones de metro en todo el país.
Esta campaña ha llevado a la aplicación de Worldcoin a convertirse en una de las más descargadas en España, principalmente debido a que ofrece incentivos económicos a los usuarios.
Esto se refleja en los testimonios de aquellos atraídos por la promesa de recibir alrededor de 25 WLD, la criptomoneda nativa de la empresa. Muchos consideran esta oferta como un “buen trato”, no solo porque pueden intercambiar WLD por moneda fiduciaria u otras criptomonedas, sino también porque pueden utilizar los tokens en una variedad de plataformas como Discord, Telnet Protocol, Auth0 de Okta, Shopify, Mercado Libre, Minecraft, Reddit y Telegram.
En la actualidad, a los españoles que hacen cola para escanearse el iris no parece preocuparles que la empresa obtenga sus datos. Argumentan que no hay mucha diferencia en comparación con la información que proporcionan a otras aplicaciones. “El iPhone ya escanea el iris, ¿quién sabe si lo tienen registrado o algo así?”, respondió un joven a los periodistas que indagaban sobre el tema.
A muy pocos de los encuestados les preocupa qué hará la empresa con sus datos, aunque desconocen sus usos. En ese sentido, el beneficio económico parece ser más relevante. Algunos afirman haber obtenido hasta 600 euros por su registro y por “invitar amigos”.
Observan que lo que más funciona es el boca a boca, que lleva a los registrados a compartir sus ganancias con otros, invitándolos a unirse. Lo hacen a través de redes sociales y en lugares de encuentro, resaltando que “Worldcoin les permitirá ganar criptomonedas”.
Con estas expectativas, las filas se llenan con personas de todas las edades que buscan obtener los beneficios, incluyendo menores. Este hecho ha sido denunciado ante las autoridades. Muchos padres se sienten impotentes ante el interés que el proyecto despierta en sus hijos, quienes están motivados por la posibilidad de ganar unos euros o intercambiarlos por bitcoin (BTC) y otras criptomonedas.
El interés por Worldcoin no da indicios de desparecer
Durante este año, el interés en Worldcoin no solo se mantiene, sino que parece haber crecido, especialmente después del notable aumento en el precio del token WLD en las últimas semanas.
Según datos de CoinMarketCap, el token ha experimentado un ascenso significativo desde mediados de febrero, pasando de un promedio de USD 2 a alcanzar un pico de más de 9 dólares recientemente. Esta altcoin ha superado su máximo histórico del año anterior. Al momento de redactar este artículo, se cotiza en USD 7.8, lo que representa un incremento del 170%. Esto implica un aumento en el valor de los tokens que la empresa “regala”.
A pesar de esto, al igual que en otros países, las autoridades españolas están vigilando de cerca el avance de Worldcoin. Sin embargo, el elevado número de personas que se registran contrasta con las críticas y preocupaciones expresadas por aquellos que cuestionan el uso de los datos recopilados.
Se destaca la falta de control sobre la información personal y la naturaleza irreversible de su intercambio por una recompensa económica. Aunque esta advertencia aún no parece generar preocupación significativa en muchas personas.