Con el objetivo de “proteger” las funciones del sistema bancario, integrantes del Banco Central Europeo proyectan restringir las posesiones de la CBDC.
Los integrantes del Banco Central Europeo (BCE) reconocen que el euro digital se limitará a ser un medio de pago dentro de los países de la Unión Europea y, hasta el momento, no muestra ninguna ventaja adicional respecto a otros sistemas existentes como Paypal, Visa o Mastercard.
En un informe difundido en el portal oficial del BCE, un equipo de expertos bancarios examina las características previstas para la moneda digital de banco central (CBDC), considerando los progresos realizados por la institución.
En este contexto, el escrito rubricado por Ulrich Bindseil, Piero Cipollone y Jürgen Schaaf indica que, según las especificaciones propuestas por el BCE y la Comisión Europea, el euro digital “agruparía todas las características de una solución de pago digital moderna”.
Sin embargo, las tenencias individuales de euros digitales serán limitadas. “Los comerciantes podrían recibir y procesar euros digitales, pero no podrían mantenerlos en su totalidad”. Esto se hace para salvaguardar la base de depósitos corporativos del sistema bancario, afirman.
De esta manera, todo apunta a que la CBDC solo funcionará como medio de pago, sin desempeñar las demás funciones del dinero. Un diseño similar al implementado en China con el yuan digital, que busca evitar corridas bancarias.
“Las tenencias de euros digitales tampoco generarían intereses”, añaden los banqueros, explicando que los usuarios podrían asociar el euro digital a una cuenta bancaria, lo que permitiría un mecanismo de “cascada inversa”.
“Esto elimina la necesidad de precargar la cuenta digital en euros para pagos en línea, ya que cualquier déficit sería cubierto instantáneamente desde la cuenta bancaria comercial vinculada, siempre que tenga fondos suficientes disponibles”, asegura el BCE.
Todo sugiere que el plan del BCE es procesar los pagos de manera más eficiente y liberarse de la dependencia de las BigTech y los gigantes de los pagos como Apple, Google, PayPal, Visa o Mastercard. Bitcoin (BTC) no se menciona explícitamente en esta lista, aunque se entiende, según declaraciones de organismos como el Banco de Pagos Internacionales, que la idea es también restar relevancia a las criptomonedas.
Sin embargo, sin la función de reserva de valor, será difícil para la CBDC europea competir con BTC. Esto, a pesar de las promesas de los banqueros de que el euro digital “tendrá alcance paneuropeo, será moneda de curso legal y ofrecerá un alto nivel de privacidad”. Pero, será un medio de pago controlado por los Estados, como reconoce la publicación del BCE:
“Resolvería la brecha dejada por la ausencia de una solución europea de pago electrónico que esté disponible y sea aceptada de forma gratuita en toda Europa, fortaleciendo así la soberanía monetaria y la resiliencia de la unión monetaria”.
Es una perspectiva que ha generado controversia en Europa, Estados Unidos y otros países del mundo.
El debate ha dividido a la opinión pública entre los partidarios y detractores de este tipo de proyectos, que ya suman más de 100 en todo el mundo. Los principales temores se centran en la pérdida de privacidad y el aumento del control estatal sobre los ciudadanos.